No sé qué me pasa últimamente que no me da la vida. Ya sé que esta «intro» se viene repitiendo en los últimos meses, pero así es. Supongo que nos pasa a todas un poco igual, por épocas o por otros menesteres que van surgiendo en nuestro día a día.
La receta de hoy es perfecta para esos momentos en los que no tenemos tiempo ni para cocinar. Pero, seamos realistas, hay que comer. No es un plato que pueda sustituir a un buen cuchareo o un plato de verduras, pero puede salvarnos una cena. Y también es ideal para un picoteo con amiguis o para ver una película la noche del sábado
Se trata de una tarta salada (!bendito el hojaldre!), con pocas florituras. Únicamente he utilizado espárragos trigueros, que están de temporada y el huerto de la mamma produce sin mesura (me ha salido una rima y todo). Un poquito de queso azul para dar un contraste de sabor y unos piñones tostados para decorar y aportar el toque crujiente. Seguro que vais a disfrutar de cada bocado.

TARTA DE HOJALDRE, TRIGUEROS, QUESO AZUL Y PIÑONES
Para compartir
Dificultad: muy fácil
Tiempo de elaboración: 40 minutos
Ingredientes:
- 1 placa de hojaldre (mejor cuadrada)
- 200 gr de espárragos trigueros
- 80 gr de queso azul
- Piñones para decorar
Procedimiento:
Limpia los espárragos, coloca en una fuente con un chorrito de agua (muy poca). Cubre con film y cocina en el microondas unos 8 minutos (para que queden más tiernos). Escurre y seca con papel de cocina.
Precalienta el horno a 180ºC.
Si usas hojaldre redondo, marca un rectángulo y deja un dedo de grosor por fuera del área marcada. Dobla hacia adentro (como un dobladillo) y presiona con un tenedor para cerrar el borde.




Coloca en la base el queso desmenuzado y los trigueros encima, bien juntitos. Lleva al horno unos 10-12 minutos o hasta que el hojaldre se dore. Tuesta unos piñones y decora.




Sugerencias: para que queda extra crujiente, coloca la bandeja en la parte más baja del horno hasta que suba. Después colócala más arriba para que termine de dorarse.
