Mermelada de frambuesa y chía.

!Buenos días corazones! Al fin viernes y hoy no traigo receta festiva, ya que la compartí ayer. En su lugar os traigo una elaboración muy sencilla que siempre viene bien: mermelada.

El otro día mi madre me dijo que tenía un montón de frambuesas que había recogido del huerto esa misma mañana. La verdad es que soy la única que las come y, claro, no me da la vida. Así que siempre le digo que me las vaya congelando porque me vienen de maravilla para hacer postres, batidos y helados. En lugar de traerme las frescas me traje una bolsita que tenía en el congelador y decidí utilizarlas para hacer una mermelada con chía.

Normalmente las mermeladas llevan el mismo peso de azúcar que de fruta, pero yo suelo utilizar bastante menos, sólo un tercio. Sustituyo el azúcar por eritritol y aquí os comento una cosilla: al enfriarse suele cristalizar. Creo que más que por el frío es porque la elaboración contiene poca cantidad de agua (ya me he dado cuenta en otras cosillas que he hecho). Así que podéis utilizar otro tipo de edulcorante. Había pensando en el azúcar de coco, pero quedaría un color demasiado oscuro.

Nunca antes la había hecho así, pero creedme si os digo que la textura queda súper cremosa, no os podéis imaginar. Así que ya he encontrado una forma de consumir más chía, además de añadirla a las ensaladas. Ya que dicen que es un superalimento tendremos que aprovecharla de cualquier forma, ¿no?.