!Buenos días corazones! Hemos llegado al ecuador de septiembre y se nota: hace fresquete por las mañanas y ya empieza a apetecer ponerse una manguita y disfrutar más del tiempo (y el horno) en casa.

Hoy os traigo una receta que me ha dado muchos quebraderos de cabeza, pero os aseguro que es impresionante y un imprescindible para esta época: tarta de manzana. Es una opción vegana y sin gluten, así que todo el mundo puede disfrutar de ella (salvo quienes tienen alergia a los frutos secos).

Unas consideraciones antes de empezar:

La base de la tarta queda perfecta y no se rompe. En la foto vais a ver que está resquebrajada, pero tuve un fallo y puse menos cantidad de psyllium y agua, pero aquí os dejo la receta buena. El psyllium ayuda a mantener la cohesión, así que no prescindáis de él.

Podéis utilizar mantequilla o aceite en lugar de aceite de coco. Sólo tenéis que tener en cuenta que la cantidad varía (os lo dejo también en la receta). Como regla general, si utilizáis mantequilla en lugar de aceite tenéis que incrementar la cantidad en un 15%.

Podéis sustituir el gel de linaza por huevo de lino, pero a mí me gusta más la primera opción, ya que la textura es más similar a la clara de huevo y tiene un color transparente-blanquecino. Para hacerlo sólo necesitáis colocar en un cazo una cucharada de semillas de lino y 3/4 de vaso de agua, llevar a ebullición, bajar el fuego y dejar cocer hasta que espese. Coláis y dejáis enfriar, quedará más espeso cuando esté frío.

Para la crema, la leche de almendras que queda mejor que la de arroz porque es más densa. Podéis prescindir de la cúrcuma, ya que sólo da color. Pero si la utilizáis no os paséis, ya que quedará un resultado amarillo eléctrico.

Retirad la crema del fuego en cuanto tenga una textura de natilla, ya que terminará de cocinarse en el horno. Puede que empiece a inflarse, pero no os preocupéis, volverá a bajar cuando se enfríe.

Si la manzana con el azúcar y la canela suelta agua, escurridla y utilizadla tal cual.

Y creo que ya os he dicho todo. Queda una tarta perfecta: una masa crujiente que se deshace en la boca; un relleno cremoso y muy suave y la manzana tierna que da frescura. Una auténtica delicia, os lo aseguro.

TARTA DE MANZANA Y CREMA

Para un molde de 20 cm (3 cm de alto)

Dificultad: muy fácil

Ingredientes:

Para la base:

• 86 gr de almidón de tapioca
• 21 gr de harina de arroz
• 26 gr de harina de almendras
• 47 gr de aceite de coco (o 54 de mantequilla vegana)
• 8,3 gr de gel de linaza
• 16 gr de azúcar de coco
• 3 gr de psyllium
• 36 gr de agua muy fría
• 1 pizca de sal

Para el relleno:

• 200 ml de nata vegetal
• 50 ml de leche de almendras
• 30 gr de eritritol
• 22 gr de almidón de maíz
• Unas gotas de esencia de vainilla
• Una pizca de cúrcuma
• Unas gotas de zumo de limón

Para la cobertura:

• 1 manzana
• 1 cucharada de azúcar de coco
• 1 cucharadita de canela en polvo
• Mermelada de ciruelas especiadas casera (puedes utilizar otra)

Procedimiento:

Guarda el aceite de coco y el agua en el congelador hasta el momento de uso. Prepara la base: tamiza el almidón y harinas y añade el azúcar de coco, el psyllium y la sal. Mezcla bien.

Añade el aceite de coco (mejor si está un poco sólido) y mezcla con la harina pellizcando con los dedos. Agrega el gel de linaza y el agua fría y amasa un poco para integrar todos los ingredientes. Haz una bola, envuelve en film y lleva al frigo 30 minutos.

Coloca entre dos láminas de papel vegetal y extiende con el rodillo hasta tener un grosor de unos 3mm. Esta masa se rompe bastante, así que puedes colocarla en la base del molde y extender con las manos (yo lo hago así y queda estupenda). Pincha la base con un tenedor para que no hinche en el horno.

Precalienta el horno a 180ºC durante unos 20 minutos y mantén la base en el frigo durante ese tiempo. Hornea unos 15 minutos o hasta que la masa esté seca al tacto y un poco dorada.

Saca el corazón de la manzana, pela y corta en láminas finas. Coloca en un recipiente con una mezcla de azúcar de coco y canela y mezcla bien.

Prepara la crema: disuelve la maicena en la leche fría. Vierte la nata en un cazo junto con el eritritol, la esencia de vainilla, la cúrcuma (muy poquita) y las gotas de limón y calienta hasta que empiece a hervir. Añade la maicena y remueve hasta que adquiera textura de natillas.

Retira del fuego y vierte sobre la base (puedes dejar que se atempere un poco antes de añadirla a la base). Coloca las rodajas de manzana de forma bonita y espolvorea un poco más de azúcar y canela. Hornea unos 15 minutos más o hasta que la masa esté doradita.

Deja atemperar y barniza la superficie con mermelada para dar brillo y color. Enfría por completo y disfruta.