Tallarines de arroz con portobellos.

!Buenos días cauliflagüers! Al fin viernes y, como ya sabéis, hoy toca comida especial. Me gusta tanto este día que suelo darme algún caprichito culinario para celebrarlo. No hace falta tener un motivo súper especial para mimarse un poco y, un pequeño detalle como éste, puede animarte el cuerpo y el día (en caso de que haya sido un poco difícil de llevar).

Hoy no he querido complicarme demasiado la vida con grandes elaboraciones, así que he hecho un plato de pasta. Nunca he sido muy fanática de ella, pero me gustaba comerla de vez en cuando. Ahora bien, la cosa cambia cuando se trata de pasta fresca, ahí si que no me niego a un buen plato. Además, es tan versátil, que nunca llegas a aburrirte de ella.

Desde que me diagnosticaron la intolerancia y me prohibieron el gluten mi consumo de pasta calló en picado. He probado todo tipo de pasta gluten free que he visto en los mercados de mi zona y alrededores. Y no puedo, no me gusta nada la textura. Lo único que se salva es la pasta de arroz. Me encanta y tiene una textura tan suave que realmente la disfruto. Es la única pasta que como en casa, además de la que hago yo misma (que siempre cae rellena, !ay omá qué rico!).

Mi propuesta de hoy es muy sencilla y muy sabrosa, ya que he utilizado como salsa la receta de portobellos a la crema que compartí hace unas semanas. El resultado es una auténtica delicia y hoy me va a alegrar el día y el inicio del fin de semana. !Feliz viernes!

TALLARINES DE ARROZ CON PORTOBELLOS

Para 2 personas

Dificultad: muy fácil

Ingredientes:

80 gr de tallarines de arroz
170 gr de portobellos
40 gr de puerro
1 trocito de jengibre fresco
100 ml de nata vegetal
1 cucharadita de aminos de coco
½ cucharadita de maicena
Pimienta negra y sal al gusto
Aceite de oliva

Procedimiento:

Cuece los tallarines en agua hirviendo con sal durante 10 minutos. Escurre y reserva.

Limpia los portobellos, corta la base y luego en láminas finas. Pela el jengibre y maja con el mortero. Limpia el puerro y corta en brunoise.

Pocha el puerro en un poco de aceite y, cuando empiece a transparentar, agrega el jengibre y los portobellos. Agrega la sal, la pimienta y el aminos de coco y cocina a fuego bajo hasta que estén tiernos.