!Buenos días cauliflagüers! Parece que las lluvias han cesado estos días y por las mañanas podemos disfrutar un poco más del sol. Pero hace un frío del carajo. Es lo que yo llamo «sol traicionero», porque aunque se ve, no calienta demasiado. Cierto es que estamos en temporada de frío y que prefiero este tiempo a un verano en mi «extrema y dura» tierrina. Lo que llevo mal son estos cambios de temperatura que no te permiten aclimatar el cuerpo. Y claro, luego vienen los resfriados.
A pesar del tiempo hoy os traigo una idea de ensalada. En esta ocasión he utilizado hoja de roble, que me gusta mucho y he sustituido el mango (mi fruta comodín), por manzana. Para jugar con texturas y contraste de sabores he rematado con nueces pecanas y arándanos deshidratados. El resultado es una ensalada muy vistosa y saciante, con toques dulces y un punto crujiente. Os la recomiendo.

ENSALADA DE MANZANA, PECANAS Y ARÁNDANOS
Para compartir
Dificultad: muy fácil
Ingredientes:
- Hoja de roble
- 1 manzana
- 1 puñado de nueces pecanas
- 1 puñado de arándanos deshidratados
Aliño:
- 1 cucharada de sirope de agave
- 1 cucharada de aminos de coco
- Aceite de oliva y sal
Procedimiento:
Hidrata los arándanos en agua templada.
Lava la manzana, corta en 6-8 cuartos y retira la parte central. Haz cortes longitudinales sin llegar al final, de forma que pueda abrirse como un abanico.
Lava la hoja de roble, seca un poco y corta en trozos medianos. Coloca en la base de una fuente y sobre ella la manzana, las nueces y arándanos.
Prepara el aliño mezclando los ingredientes y sirve por encima.
