!Buenos días cauliflagüers! Esta semana no había compartido aún ninguna receta de legumbres, así que ya tocaba. Hoy os traigo una elaboración de esas mías veganas, una hamburguesa vegetal. Me gustan mucho estas alternativas, ya que permiten variar ingredientes y adaptarlos a los productos de temporada. Pero, si os soy sincera, mis favoritas son las de garbanzos (ya sabéis que me encantan).
Esta vez he utilizado remolacha para darle color y también una textura más jugosa, ya que la remolacha es bastante húmeda. Como sustitutos del huevo, semillas de chía y psyllium. Y, por último, para darle un toque crujiente y un sabor único, una mezcla de semillas.
El resultado es una receta muy completa y nutritiva. Aunque os parezca una porción pequeña es bastante saciante, no olvidéis que son garbanzos triturados. He rematado el plato con los panecillos de hamburguesa que publiqué la semana pasada, que son veganos y sin gluten. Una idea diferente para comer legumbres e ideal para el almuerzo. ¿Te animas?

HAMBURGUESAS DE GARBANZO Y REMOLACHA
Para 5 hamburguesas
Dificultad: muy fácil
Ingredientes:
- 100 gr de remolacha cocida
- 260 gr de garbanzos cocidos
- ¼ de cucharadita de comino molido
- ¼ de cucharadita de pimienta negra
- ¼ de cucharadita de cúrcuma
- 1 pizca de jengibre
- 1 cucharada de psyllium husk (5 gr)
- 1 cucharada de semillas de chía + 35 ml de agua
- 2 cucharadas de mix de semillas (pipas de girasol, calabaza, sésamo)
- Sal al gusto
Procedimiento:
Tritura las semillas de chía con un molinillo de café y mezcla con agua. Deja que se hidrate durante unos 10 minutos.
Vierte los garbanzos y la remolacha en un recipiente amplio junto con las especias y la sal. Tritura con la batidora. añade las semillas de chía y mezcla bien. Agrega el psyllium y deja reposar unos 30 minutos en el frigo para que éste se hidrate y coja consistencia.




Maja las semillas y añade a la masa. En este punto comprueba la textura: si está demasiado húmeda y no se puede manipular sin que se rompa añade un poco de harina de arroz (poco a poco para que no quede demasiado seca). Si tiene textura blanda pero no se rompe, no añadas nada más, quedará más jugosa.
Divide en porciones iguales, bolea y aplasta un poquito con la mano. Si quieres congelarlas, coloca sobre papel vegetal para que no se peguen unas a otras y mete en una bolsa hermética.




Calienta un poco de aceite en una sartén antiadherente y cocina a fuego medio hasta que se dore por ambos lados.
