!Buenos días mis cauliflagüers! Esta semana se me está pasando volando y menos mal, porque está siendo bastante intensa.
El fin de semana fueron las fiestas de mi pueblo y la verdad es que nunca he disfrutado tan poco de las mismas. Ha hecho mucho frío, ha llovido y yo, con mis limitaciones, parecía un alma en pena. No he salido por la noche porque no podía tomarme ni una cervecita y claro, cuando hace buen tiempo, puedes disfrutar un poco más, pero salir con la lluvia y frío y no poder tomar nada me echó para atrás. Veía a todo el mundo disfrutar de sus churros con chocolate y yo sólo podía mirar… Y ni qué decir de los pinchos… Tuve que sustituir el jamón, el chorizo, el queso y todo lo demás por una botella de agua y una bolsa de anacardos que llevaba en mi bolso. Es muy difícil disfrutar de las situaciones sociales cuando tienes tantas limitaciones.
Pero lo que más me marcó fue no poder comerme unos churros. Así que el lunes me fue directamente a comprar una churrera y ayer hice una receta de Glutendence que tenía fichada desde hacía mucho tiempo. Son unos churros de harina de maíz (de la precocida, la que se usa para arepas). Lo único que he cambiado ha sido sustituir el azúcar por eritritol y he reducido un poco la cantidad del mismo de la masa porque los iba a rebozar bien después. Os aseguro que estos churros no tienen nada que envidiar a los originales. Quedan deliciosos y muy crujientes y ayer fueron mi merienda de lujo para quitar el antojazo que tenía. No os miento si os digo que esta receta ha llegado para quedarse y que los voy a hacer más de una tarde durante este otoño invierno.

CHURROS SIN GLUTEN
Para 2 personas
Dificultad: muy fácil
Ingredientes:
- 150 gr de harina de maíz precocida (la de las arepas)
- 275 gr de agua tibia
- 3 gr de sal
- 6 gr de eritritol
- Aceite para freír
- Eritritol y canela para rebozar
Procedimiento:
Disuelve la sal y el eritritol en el agua tibia. Después agrega a la harina y mezcla bien para que no queden partes secas. Deja reposar la masa unos 10 minutos para que se hidrate. Haz un cilindro con la masa e introduce en la churrera, intenta que queden huecos de aire para que no explote.




Calienta abundante aceite en una sartén y cuando esté bien caliente ve añadiendo los churros. No hagas muchos a la vez porque cuando introduces uno nuevo el resto suele acercarse y pegarse. Deja que se doren por todas partes, saca y elimina el exceso de aceite (con papel de cocina o sobre un colador, este truqui de Glutendence me ha gustado más).



Espolvorea con eritritol y canela y disfruta.
