Normalmente no suelo dedicar mucho tiempo al desayuno: tomo un café con leche y ya voy lista hasta media mañana. Sin embargo, los fines de semana, me gusta tomármelo con calma. El motivo principal es que me levanto más tarde o desayuno más tarde, así que mi cuerpo pide sólido.
Mis opciones favoritas suelen ser dulces: unas tortitas, gofres, crepes,… O una tosta de jamón con tomate. Pero desde que empecé con el cambio de dieta, he tenido que prescindir de muchas de las cosas que me encantaban. Ahora he incrementado el consumo de frutas, lo que está muy bien porque son súper saludables. Pero nunca he sido muy frutera y aquí sí corro el riesgo de aburrirme o cansarme. Por ello, siempre estoy haciendo algo diferente: gominolas (con agar agar), batidos, macedonias, sorbetes,…
Para el desayuno no hay nada mejor que un smoothie bowl. Para la base siempre le ponía yogur porque la textura quedaba súper cremosa. Ahora no puedo, así que intento utilizar frutas que contengan agua en su justa medida o leche de coco (de lata) para conseguir ese mismo resultado. Para los toppings utilizo diferentes frutas (frescas y deshidratadas), frutos secos al natural o en crema.
Hoy os traigo una versión un poquito diferente, porque a la fruta le ha añadido zanahoria. Me encanta comerla cruda y me encana su sabor dulzón. La combinación con el jengibre, los dátiles y los pistachos hacen que el resultado sea una explosión de sabores. ¿Qué te parece?

SMOOTHIE DE ZANAHORIA, MANGO Y COCO
Para 2 personas
Dificultad: muy fácil
Ingredientes:
- 200 gr de zanahoria cruda
- 240 gr de mango
- 160 ml de leche de coco (de lata)
- ¼ de cucharadita de jengibre (opcional)
Toppings:
- Dátiles
- Pistachos picados
- Coco deshidratado
Procedimiento:
Tritura todos los ingredientes y ajusta la cantidad de leche de coco para conseguir la textura que más te guste. Decora con los toppings y disfruta.