Crema de pimiento amarillo asado.

Si algo caracteriza a estas fiestas es la ingesta descontrolada de comida. Aunque también es cierto que cada vez somos más conscientes de ello y, al menos en mi casa, hemos pasado de los 7 entrantes, primero, segundo y postre, a los tres platos básicos. Así que no está mal.

Normalmente me gusta comer sano y en estos días me descontrolo por completo. El cuerpo me pide algo ligero en cuanto me paso un poco. Así que la receta de hoy es para depurar el cuerpo tras los excesos de estos días y darle un descanso: crema de pimientos amarillos.

En Escocia solía comprar unas bandejitas donde venían los tres colores (verde, amarillo y rojo). Me encantaba el amarillo por su sabor dulce. Cuando llegué a España se lo comenté a mi madre y ese mismo año los sembró. En realidad, soy la única de casa que los consume, así que el verano pasado me puse las botas. Aún así, todavía quedaban unos cuantos en casa y no sabía cómo darles salida. Necesitaba hacer algo que utilizara bastante cantidad y que fuera adecuado para estas fechas, así que opté por una crema de verduras.

Como ya sabéis, me gustan las cremas muy simples, con uno o dos ingredientes. Pero en este caso necesitaba añadir algo que le diera un poco más de consistencia, así que utilicé patata porque con calabaza habría quedado demasiado dulce. El resultado me ha gustado bastante: cremosa, suave y con un color precioso. ¿Te animas a probarla?

CREMA DE PIMIENTO AMARILLO ASADO

Para 4 personas

Tiempo de elaboración: 1 hora y 10 minutos

Ingredientes:

  • 5 pimientos amarillos grandes (unos 700 gr)
  • 1 cebolla
  • 1 patata grande o 2 medianas
  • 1 cucharadita rasa de cúrcuma
  • 700 ml de agua (o caldo de verduras)
  • Aceite de oliva
  • Pimienta negra y sal al gusto

Procedimiento:

Asa los pimientos (puedes utilizar el horno, el microondas o incluso una sartén). Precalienta el horno a 180º. Lava los pimientos, corta a la mitad, retira las pepitas y coloca en la bandeja de horno. Rocía con un poco de aceite y sal. Asa durante 30-40 minutos, hasta que la piel esté tostada. Retira, deja templar y pela.

Corta la cebolla en juliana. Pela y corta las patatas en láminas finas (cuanto más finas, más pronto se cocinarán).

Vierte un poco de aceite en una cazuela y sofríe la cebolla a fuego bajo hasta que empiece a estar transparente. Añade las patatas y cocina unos minutos más. Por último, añade el pimiento cortado en trozo grandes.

Salpimenta y añade la cúrcuma, mezcla todo y cocina unos minutos. Añade 700 ml de agua o caldo (lo necesario para cubrir las verduras). Cuece hasta que estén tiernas (en la olla rápida tarda unos 30 minutos).

Tritura con la batidora. Si te queda demasiada espesa, puedes añadir un poco más de agua. Sirve bien caliente.

Sugerencias:

Si tomas lácteos puedes añadir leche o nata para darle cremosidad (aunque creo que no es necesario).

Puedes decorarla con unos picatostes o tiras de pimiento deshidratado 😊

Deja un comentario