Hablar de invierno es hablar de crucíferas, ese grupo de verduras y hortalizas entre las que se incluye el brócoli, la coliflor, las coles de Bruselas, la kale, el rábano o la rúcula. No gustan a todo el mundo, ya que tienen un sabor fuerte, incluso un poco amargo. Pero son un potente antioxidante; contienen un elevado porcentaje de vitaminas, minerales y fibra y son ideales para mantener la báscula a raya y prevenir enfermedades cardiovasculares.
Si he de elegir una, me quedo con el romanesco. Su forma tan bonita, angulosa y piramidal; el color amarillo o verdoso intenso y ese sabor tan suave que tiene, lo convierte en una opción ideal para todo el mundo, principalmente, para aquellas personas a las que no les gusta demasiado el brócoli o la coliflor.
La receta que os traigo hoy es muy sencilla y rápida de elaborar: un plato completo cargado de sabor. Las sojalitas aportan la proteína vegetal. En lugar de champiñones podéis utilizar otro tipo de setas, seguro que queda igual de rico. Como veis, un plato sano, vegano y delicioso.

ROMANESCO CON SOJALITAS Y CHAMPIÑONES
Para 2 personas
Dificultad: muy fácil
Tiempo de elaboración: 40 minutos
Ingredientes:
- 260 gr de romanesco
- 40 gr de sojalitas
- 100 gr de champiñones
- 80 gr de cebolla
- 1 ajo
- 1 chorrito de salsa de soja (opcional)
- Pimienta negra y sal al gusto
- Aceite de oliva
Procedimiento:
Lava el romanesco, corta en ramilletes y cuece en abundante agua con sal hasta que esté tierno. Escurre y reserva.
Hierve las sojalitas durante unos 15-20 minutos. Enfría y elimina con las manos el exceso de agua. reserva.



Corta la cebolla en brunoise y los champis en láminas. Calienta un poco de aceite y dora las sojalitas. Agrega después la cebolla y pocha hasta que empiece a transparentar. Incorpora los champiñones y cocina hasta que estén tiernos. Agrega el ajo, el romanesco y la salsa de soja. Salpimenta y mezcla todo bien.




Sirve bien caliente y disfruta.
