Llevaba mucho tiempo con ganas de hacer esta receta, pero entre unas cosas y otras aún no me había decidido. Inicialmente había pensado en hacer la receta de manzana, pero dado que estamos en temporada de fresas decidí cambiar de fruta y dejar las manzanas para el otoño.
La galette es una receta francesa, una tarta con base de masa quebrada y fruta. Suele servirse con helado o nata, pero como no tenía, le puse un poco de yogur y oye, qué rica quedó.
Esta versión es totalmente vegana. Para la masa quebrada he utilizado aceite de oliva en lugar de mantequilla (siempre la hago con aceite de oliva). Si queréis hacerla con mantequilla tenéis que cambiar la cantidad, aumenta en un 15-20%. Es decir, si en una receta os piden 100 gr de mantequilla, la podéis sustituir por 75-80 ml de aceite. Haciendo una regla de tres es simple.
Antes de hacer la receta hice un trabajo de investigación por la red. Me gusta comparar recetas y hacerlas mías. Uno de las cosas que más me ha gustado ha sido poner almendra molida en la base. Esto le da saborcito y además evita que la masa se humedezca demasiado, aunque la próxima vez seguro que se la añado a la propia masa. Otra cosa a tener en cuenta es añadir la maicena. De esta forma, cuando la fruta empiece a soltar los jugos, se hará una cremita más espesa en lugar de salir por los bordes. Respecto a esto… Se me ha salido el jugo en todos los intentos y al final decidí utilizarlo para barnizar la masa mientras se cocía (de ahí el color rosadito). Otro detalle: podéis barnizar la masa con huevo, pero como esta versión es vegana, aplico una mezcla de aceite, sirope de agave y leche.
Si notas que tu galette se está dorando demasiado, cubre con papel albal. Antes de consumirla deja que se enfríe totalmente para que la salsita se espese. Sinceramente, es una auténtica delicia y podéis hacerla en cualquier época del año utilizando las diferentes frutas de temporada.

GALETTE DE FRESAS
Para 4 raciones
Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: 1 hora y 15 minutos
Ingredientes:
Para la masa quebrada:
- 175 gr de harina común
- 40 ml de aceite de oliva
- 40 ml de agua muy fría
- 1 pizca de sal
Para el relleno:
- 130 gr de fresas
- 2 cucharadas de eritritol (o azúcar si prefieres)
- 1 cucharada de maicena
- 1 cucharada de almendras molida (opcional)
Para barnizar:
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de sirope de agave
- 1 cucharada de bebida vegetal de arroz
Procedimiento:
Mete el agua en el congelador previamente para que esté bien fría. Mezcla con el aceite. Agrega a la harina e integra con los dedos, como si pellizcaras la masa. Bolea, cubre con film y reposa en el frigo 30 minutos.





Lava las fresas y seca con papel absorbente. Retira el pedúnculo y corta en 4-6 trozos, dependiendo del tamaño de las fresas. Coloca en un recipiente junto con una cucharada de azúcar y la maicena. Mezcla todo bien con cuidado.




Precalienta el horno a 200ºC arriba y abajo. Coloca la masa entre dos hojas de papel de horno y extiende con un rodillo, manteniendo un grosor uniforme. Coloca el relleno en el centro, dejando unos 5 cm de borde para plegar después. Cubre la masa con la almendra molida y encima las fresas. Espolvorea con la otra cucharada de eritritol y pliega los bordes hacia adentro, intentando que quede bien cerrado.



Mezcla el aceite, el sirope y la leche y barniza la masa. Hornea unos 30 minutos o hasta que esté bien doradita.

Sugerencias:
Puedes acompañar de nata o helado.