Panna cotta de café.

Los postres son siempre el colofón final de una buena comida y en estas fechas no iban a ser menos. El problema es que se come tanto entre aperitivos, entrantes y principales, que cuando llega el momento del goloseo o no tienes ya hambre o lo comes por comer. Así que hoy te traigo una receta «ligera» para poder disfrutarlo.

Se trata de una panna cotta que, aunque bien es cierto que está elaborada con nata, el sabor del café ayuda. Para ello he seguido mi receta básica y he utilizado café soluble para no tener que modificar las cantidades. El resultado es una auténtica delicia: un sabor suave a café y una textura ligera y cremosa que se deshace en la boca. Te prometo que si la pruebas, no vas a querer otra.

PANNA COTTA DE CAFÉ

Para 4 raciones

Dificultad: muy fácil

Tiempo de elaboración: 20 minutos (más 3-4 horas de frigo; mejor toda la noche)

Ingredientes:

  • 500 ml de nata líquida
  • 40 gr de azúcar
  • 2 gotas de esencia de vainilla
  • 2,5 hojas de gelatina
  • 6 gr de café soluble (yo utilicé con cafeína)

Para decorar:

  • Nata montada
  • Chocolate

Procedimiento:

Hidrata la gelatina en un recipiente con agua fría durante unos 10-15 minutos.

Pon la nata a calentar a fuego bajo en un cazo, junto con el azúcar y el café soluble. Remueve con unas varillas de vez en cuando para que no se pegue. Cuando empiece a hervir, retira del fuego.

Escurre la gelatina y añade a la nata. Agrega también las gotas de vainilla y remueve todo bien hasta que la gelatina se disuelva por completo. Sirve en moldes individuales y deja enfriar al menos 8 horas (a mí me gusta dejarlo de un día para otro).

Decora con nata montada y chocolate fundido.

Sugerencias:

Puedes servir con caramelo, miel, avellanas troceadas o unos granos de café.

Un comentario en “Panna cotta de café.

Deja un comentario