Yuba a la naranja.

Había visto alguna vez recetas de “pato vegano” y cuando descubrí que lo hacían con yuba me entró una curiosidad inmensa por probarlo. La verdad es que ya había probado este ingrediente (Brochetas de yuba con chutney de mango, Brochetas de yuba con chimichurri). La textura puede parecerse bastante a la carne de pato pero, si os soy sincera, me gusta más la yuba cocinada en “bolitas” o “muslitos”, porque las capas están cortadas y absorben mucho más sabor. Pero vamos, en general, creo que es un plato ideal y contundente para las fiestas navideñas. Así que si tenéis invitadas veganas, ya sabéis con qué podéis sorprenderlas.

YUBA A LA NARANJA

Para 2 personas

Dificultad: fácil

Tiempo de elaboración: 1 hora y 10 minutos

Ingredientes:

  • 18 palitos de yuba
  • 1 chorrito de vinagre de arroz
  • 1 chorrito de salsa de soja (tamari para versión sin gluten)
  • 1 cucharadita de harina de arroz
  • 1 cucharadita de maicena

Para la salsa:

  • Zumo de 1 naranja (o 2, dependiendo del zumo)
  • 1 cucharada de salsa de soja (o tamari)
  • 1 cucharada de sirope de agave
  • 1 trocito de jengibre fresco
  • 1 cucharadita de maicena

Procedimiento:

Pon a hervir la yuba en una cazuela con abundante agua, junto con el vinagre y la salsa de soja. Cuece durante unos 20 minutos o hasta que esté tierna. Escurre y deja enfriar.

Coloca la yuba (completamente extendida), sobre un paño seco y limpio y elimina el exceso de agua con papel absorbente. Junta tres capas de yuba, dobla a la mitad a lo largo y después en 4 a lo ancho, de manera que obtengas una especie de paquetito. Repite la operación hasta terminar. Con papel absorbente, presiona cada uno para eliminar la mayor parte de líquido.

Mezcla la harina y maicena y reboza la yuba. Sofríe en una sartén con un poco de aceite, a fuego mínimo, durante unos 8 minutos por cada lado, hasta que esté dorado.

Prepara la salsa: tritura el jengibre con un mortero, añade la salsa de soja y el sirope.

Disuelve la maicena en el zumo de naranja y agrega a lo anterior. Añade a la yuba y deja que reduzca.

Sirve calentito, con semillas de sésamo y un poco de arroz.

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