Llevaba mucho tiempo con ganas de probar la masa filo y pensé que este era un momento ideal para hacerlo. Había visto muchas ideas en la red sobre recetas con esta masa y me llamaba sobremanera la atención unos saquitos rellenos, así que me puse manos a la obra siguiendo las instrucciones que había visto en la mayoría de recetas. Resultado: un desastre y varios intentos hasta conseguir el resultado que esperaba.
La masa filo es maravillosa para hacer gran variedad de recetas, tanto dulces como saladas. Es finísima y proporciona un toque crujiente delicioso a cada elaboración. Sin embargo, es una masa delicada que se seca muy rápido, por lo que conviene hidratarla con aceite de oliva.
En la mayoría de recetas que veía, la temperatura del horno era muy elevada y el tiempo de horneado muy escaso. El resultado fue saquitos crudos con las puntas quemadas. Así que mi consejo es utilizar una temperatura más baja y cubrir las puntas con papel aluminio hasta que adquieran un color dorado. Una vez tengáis el colorcito que esperáis, retirad el aluminio y dejad que se doren unos minutos más. Tendréis un resultado perfecto, con un color uniforme y muy, muy crujientes.
Para el relleno he utilizado gulas y gambones, pero sobra decir que podéis utilizar cualquier otro de vuestra preferencia.
Otro detalle: la elaboración de los saquitos es un poco costosa, ya que tenéis que tener cuidado al manipular la masa para que no se rompa. Una alternativa muy buena es hacer rollitos (como los rollitos de primavera). Es más rápido y os dará menos dolores de cabeza.
¿Qué os parecen?

CRUJIENTE DE GULAS Y GAMBONES
Para 12 unidades
Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: 1 hora
Ingredientes:
- 200 gr de gulas
- 100 gr de gambones
- 3 ajos
- 1 guindilla pequeña
- 40 ml de vino blanco
- 100 ml de agua
- 1 cucharadita de maicena
- 4 láminas de masa filo
Procedimiento:
Pela el ajo y corta en láminas. Pica la guindilla muy fina. Pica también los gambones.



Calienta un poco de aceite y saltea, no dejes que el ajo se dore. Agrega los gambones y cocina hasta que cambien de color. Añade entonces las gulas y cocina todo a fuego bajo durante unos minutos.



Incorpora el vino y cocina un par de minutos para que se evapore el alcohol. Disuelve la maicena en el agua y añade. Mezcla todo bien y cuando empiece a espesar apaga el fuego. Deja atemperar.




Precalienta el horno a 180ºC y prepara el crujiente. Corta la lámina de masa filo en 9 cuadrados, cada saquito va a necesitar 3 de ellos. Barniza con aceite de oliva y coloca un cuadrado sobre otro de manera que no coincidan.
Para los saquitos: coloca un poco de relleno en el centro y une los extremos con cuidado, uniendo la parte superior con un poco de hilo. Barniza el exterior con aceite de oliva.




Para los rollitos: puedes utilizar un cuadrado o dos (superpuestos y barnizando la masa con aceite de oliva). Coloca el relleno en diagonal, une los extremos opuestos formando un sobre y enrolla sobre sí mismo. Barniza con aceite de oliva por fuera.



Coloca los crujientes en una bandeja y hornea unos 30 minutos o hasta que se doren (los rollitos tardan menos).



Sugerencias:
Si quieres que tus saquitos queden perfectos, coloca un poco de papel aluminio sobre las puntas del saquito para evitar que se quemen. Una vez que el resto se dore, retira el aluminio y deja unos minutos más para igualar el color.
