Hoy me he levantado inspirada y he pensado en hacer unos ñoquis. Como ya sabéis se trata de un tipo de pasta italiana, aunque incorpora patata en su elaboración.

Hace mucho tiempo compartí una receta de ñoquis de remolacha que quedaron deliciosos (aunque no lo creáis, es la segunda receta de ñoquis que publico y ninguna de ellas es la original). Así que esta vez decidí darle una oportunidad a las espinacas, que ahora están de temporada. Una cosa que debo deciros es que la masa queda un poco pegajosa en su interior cuando terminamos de integrar la harina. No os preocupéis y no añadáis mucha más de la que muestro en la receta, porque en caso contrario os quedará una textura de «mazacote» y lo que pretendemos es todo lo contrario.

Hacer ñoquis lleva un ratito y no es una masa fácil si queremos obtener una textura suave y ligera. Pero todo es ponerse: tiempo, paciencia y seguir las instrucciones.

En este caso he cocido las patatas peladas y cortadas en cubos y después de escurrirlas las he secado un poco con papel absorbente para eliminar el exceso de agua. Pero podéis cocerlas directamente con la piel, así absorberán menos agua, lo que facilita la receta. También he añadido un poco de levadura Royal, porque lo vi en un vídeo en Internet y decidí probar. La verdad es que han quedado muy ricos ¿qué opináis?.

ÑOQUIS DE ESPINACA

Para 4 personas

Dificultad: media

Tiempo de elaboración: 1 hora y 15 minutos

Ingredientes:

• 500 gr de patatas
• 150 gr de harina todo uso
• 90 gr de espinacas hervidas
• 5 gr de polvos de hornear (Levadura Royal)
• 2 gr de sal

Procedimiento:

Lava las espinacas y cuece en abundante agua hasta que estén tiernas. Escurre, tritura con la batidora y reserva.

Pela las patatas y corta en cubos medianos. Hierve agua en una cazuela (sin sal ni nada) y cuece las patatas hasta que estén tiernas. Escurre y deja templar un poco.

En un recipiente coloca las patatas y haz un puré homogéneo (con un tenedor o pisapurés). Agrega las espinacas, que habrás escurrido de nuevo para eliminar el exceso de agua, e integra todo bien.

Añade la harina poco a poco y la sal y mezcla sin amasar. Simplemente integra los ingredientes hasta obtener una masa homogénea, primero con una cuchara de madera y después con las manos.

Espolvorea la superficie de trabajo con un poco de harina y vuelca la masa. Haz un cilindro y divide en porciones para trabajar mejor. Con cada porción haz un “churrito” del grosor de un dedo y corta en porciones de unos 2cm de largo. Espolvorea con un poco de harina para que no se peguen. Haz lo mismo con el resto de la masa. Con ayuda de un tenedor ve dando la forma característica (aunque los puedes dejar tal cual si lo prefieres).

Sugerencias:

Puedes consumir en el momento o congelarlos. Para ello colócalos sobre una bandeja con un poco de harina y separados y guarda en el congelador por unos 30 minutos. Después podrás guardarlos todos juntos en una bolsa o tupper.