Desde que empecé a cambiar mi dieta he descubierto muchos ingredientes diferentes y «raros» en nuestra cocina, aunque son bien conocidos entre la población vegana. Uno de mis últimos descubrimientos ha sido la yuba, que aunque a la mayoría nos suena a chino, es consumida frecuentemente en los países asiáticos. Se trata nada más y nada menos que de soja y constituye otra variedad de «carnes veganas», al igual que la soja texturizada, el tempeh, la sojalita o la heura.

La yuba es la «piel» o «nata de soja», que se obtiene de cocer la leche de soja. Es un proceso largo y laborioso, así que en este caso prefiero comprar el producto, que lo tenéis disponible en tiendas asiáticas o en tiendas especializadas de productos veganos. Os dejo aquí un enlace para que os hagáis una idea, si tenéis curiosidad.

Desde que la vi por primera vez tuve mucha curiosidad por probarla. Y la verdad es que, tras probar el resultado, he de decir que tiene una textura rara (aunque hemos de tener en cuenta de que nuestro paladar no está acostumbrado), pero me ha gustado. Es como un hojaldre, en el sentido de las capas, pero más tierno y elástico.

Al igual que otros derivados de la soja, apenas tiene sabor y absorbe los sabores de aquello con lo que la cocines. Os aviso de que para cocinarla necesitas tiempo, pero está bien para hacerla de vez en cuando, darte un capricho y sorprender a tus comensales. Yo ya os digo que repetiré 😉

BROCHETAS DE YUBA CON CHIMICHURRI

Para 2 brochetas

Dificultad: fácil

Tiempo de elaboración: 1 hora y 10 minutos

Ingredientes:

• 100 gr de yuba (unos 18 palitos)
• 1 cucharada de azúcar
• 1 cucharada de sal
• 1 chorrito de vinagre de vino
• 10 gr de levadura nutricional (2 cucharadas)
• 30 gr de maicena (2 cucharadas colmadas)
• 1 cucharadita de ajo en polvo
• Pimienta negra al gusto
• 25 ml de aceite de oliva
• 1 pizca de sal

Para la salsa chimichurri:

• 50 ml de aceite de oliva
• 25 ml de vinagre de vino
• El zumo de ½ limón
• 1 diente de ajo
• 1 guindilla cayena
• 1 cucharadita de perejil (preferiblemente fresco)
• 1 cucharadita de orégano
• 1 pizca de sal

Procedimiento:

Cuece la yuba en abundante agua con la sal, el azúcar y el vinagre hasta que esté tierna (unos 40 minutos). Enfría con agua y elimina el exceso (no pasa nada si queda un poco húmeda, facilita los pasos posteriores).

Coloca la yuba en un recipiente grande y corta con una tijera en trozos más o menos pequeños. Añade la sal, la levadura nutricional, el ajo en polvo, la maicena y el aceite de oliva y mezcla con las manos. Debe quedar una masa compacta (ajusta la cantidad de maicena si es necesario).

Divide en porciones. Corta un trozo grande de papel film y coloca parte de la masa. Envuelve intentando que quede compacto. Anuda un extremo y haz pequeñas porciones con el resto, sujetando con hilo de cocina (el proceso es el mismo que cuando haces salchichas veganas). Con una aguja elimina las burbujas de aire. Hierve durante 5 minutos y deja enfriar.

Prepara la salsa: tritura el ajo y la guindilla con un mortero, añade el resto de ingredientes y mezcla. Para un mejor acabado, vierte la salsa en un frasco de cristal y agita hasta que emulsione.

Retira con cuidado el papel film. En una sartén con un poco de aceite, dora los bocados de yuba y ensarta en una brocheta.

Sirve las brochetas calentitas y disfruta.