Calabaza rellena de soja estofada.

Desde que descubrí los texturizados (de soja y guisante hasta el momento), se han convertido en un indispensable en mi cocina. Se trata de una elaboración a partir de la harina de estas legumbres, que se somete a diferentes tratamientos, se deshidrata y se vende en trozos de diferente tamaño. Los texturizados no tienen aditivos y son una gran fuente de proteína vegetal, por lo que también se les conoce como «carne vegetal».

Los texturizados necesitan una hidratación previa para adquirir la textura correcta y después se pueden cocinar como si fuera un guiso normal. Una de las cosas más maravillosas que tienen los texturizados es que absorben los sabores de los ingredientes que utilicéis para cocinarlos.

Por último, podéis adquirirlos en muchos supermercados o en tiendas especializadas en productos veganos y también online (como hago yo con todos los nuevos ingredientes que voy incorporando a mi cocina).

Hoy os traigo una receta tradicional con una vuelta de tuerca. Se trata de la receta de «ternera estofada» de toda la vida, en versión vegana. Para la presentación he utilizado calabaza, ya que es uno de los ingredientes de temporada y que además me encanta. ¿Qué os parece?

CALABAZA RELLENA DE SOJA ESTOFADA

Para 4 personas

Dificultad: fácil

Tiempo de elaboración: 1 hora y 10 minutos

Ingredientes:

75 gr de soja texturizada (equivale a 300 gr aprox hidratada)
2 calabazas medianas (cortar los extremos)
40 gr de guisantes (1/4 de vaso)
60 gr de cebolla
1 zanahoria pequeña
50 ml de vino tinto
1-2 ajos
Pimienta negra y sal al gusto
Tomate natural
1 vaso de agua
1 cucharada de azúcar

Procedimiento:

Precalienta el horno a 180ºC. Lava bien la calabaza por fuera, ya que la vamos a utilizar con piel. Corta los extremos, sazona y pinta con aceite y coloca boca abajo en una bandeja de horno. Hornea hasta que esté tierna. Deja enfriar y vacía el interior con ayuda de una cuchara. Cuece los guisantes en agua con sal hasta que estén tiernos. Escurre y reserva.

Hidrata la soja en agua hirviendo. Escurre (ayudándote con las manos para eliminar el exceso de líquido) y reserva.

Corta la cebolla en brunoise y la zanahoria en rodajas finas. En una cazuela con un poco de aceite, pocha la cebolla. Cuando empiece a estar transparente, agrega la zanahoria y cocina unos minutos a fuego medio hasta que se ablande.

Agrega la soja escurrida y el ajo picado finamente. Sazona y cocina unos minutos para integrar los sabores. Ralla el tomate natural y agrega a la cazuela junto con el azúcar. Cocina un par de minutos y añade el vino y el agua. Deja cocer hasta que reduzca el caldo. Cuando esté listo, añade los guisantes cocidos, cuece un minuto más y retira del fuego.