Aunque no soy vegetariana, puedo decir que un 90% de mi alimentación se basa en productos de origen vegetal. Simplemente porque me gusta. Mucha gente se pregunta qué come un vegetariano/vegano si prescinde de alimentos de origen animal. De verdad, no os hacéis una mínima idea de la cantidad de alternativas y productos que hay en el mercado: yuba, tempeh, tofu, sojalitas, legumbreta, jackfruit, todo tipo de granos y semillas (amaranto, teff, mijo, sorgo),… Es un mundo aparte.
Una de las cosas que más me gusta de la cocina vegetariana es la originalidad y la gran diversidad de propuestas para cocinar un mismo alimento. Lo único que necesitas es tener la mente abierta (si eres como mi padre que no se desvía de la cocina tradicional… mal vamos).
Hoy os traigo unas albóndigas de lentejas y arroz, una receta vegana y sin gluten, ya que he utilizado harina de arroz. Confieso que nunca he podido con ese plato: soy de las que comen las lentejas por un lado y el arroz por otro. Cada cual en su sitio. Pero esta receta me ha encantado. El arroz ayuda a aglutinar la masa, la remolacha aporta color y humedad y la salsa de puerro el contraste de color y sabor. El resultado es una albóndiga que a simple vista parece de carne, un poquito blanda en cuanto a textura (pero eso se soluciona fácilmente y va a gusto del consumidor) y con un sabor que os va a sorprender.
Para muestra, un botón.

ALBÓNDIGAS DE LENTEJAS Y ARROZ
Para unas 16 albóndigas
Tiempo de elaboración: 50 minutos
Dificultad: fácil
Ingredientes:
Para las albóndigas:
- 200 gr de lenteja pardina
- 100 gr de arroz
- 70 gr de cebolla
- 60 gr de remolacha fresca
- 1 ajo
- 1 cucharada de tamari (o salsa de soja)
- 2 cucharadas de levadura nutricional (opcional)
- 1 cucharada de orégano
- Sal y pimienta negra al gusto
- Aceite de oliva
- 50 gr de harina de arroz (y lo necesario para rebozar)
Para la salsa:
- 200 ml de agua (o caldo)
- 1 puerro (150 gr aprox)
- 50 gr de puerro para decorar
- 1 chorrito de ron (u otro licor)
- Aceite, pimienta negra y sal
Procedimiento:
Cuece las lentejas en abundante agua con sal. En otra cazuela, hierve el arroz (no importa que quede un pelín más cocido). Escurre y reserva.



Mientras tanto, corta la cebolla en brunoise y ralla la remolacha. Sofríe en un poco de aceite, junto con la salsa de soja y resto de especias, hasta que la remolacha esté tierna. Deja templar.




Vierte todos los ingredientes en un recipiente amplio y tritura con la batidora (no hace falta hacer un puré). Agrega la harina e integra con el resto de la masa. Añade lo necesario para que no se deformen, pero intenta que no quede un “mazacote”. Cubre con film y reserva en la nevera unos 30 minutos. Vierte un poco de harina en un plato y enharina tus manos. Ve tomando porciones de masa y haz bolitas, añadiendo más harina a las manos si es necesario para que no se peguen. En una sartén calienta bastante aceite y sofríe las albóndigas. Deja que se hagan bien antes de darles la vuelta para que no se desarmen. Coloca sobre papel absorbente para el eliminar el exceso de aceite.




Prepara la salsa. Lava el puerro (haz dos cortes longitudinales en cruz y lávalo por dentro). Corta en brunoise y sofríe en un poco de aceite a fuego lento. Cuando esté tierno, añade el licor y flambea. Agrega el agua y deja cocer 5-7 minutos. Retira del fuego y tritura con la batidora hasta obtener una salsa homogénea y cremosa.
Corta el trozo pequeño de puerro en tiras finas. Calienta un poco de aceite en una sartén (muy caliente) y sofríe unos minutos para que quede crujiente. Retira y coloca sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.




Emplata: vierte un poco de salsa en el fondo del plato, encima las albóndigas y decora con las tiras de puerro.

Sugerencias:
No es necesario dejar las lentejas en remojo, estarán listas en 15-20 minutos.
Puedes utilizar otro tipo de harina, pero la cantidad variará en función de la humedad de los ingredientes y de la harina.
Para la salsa puedes utilizar nata vegetal en lugar de agua, quedará una textura más cremosa pero también más contundente.
