Focaccia dulce de batata, nueces, piñones y pasas.

Aunque nunca se me han dado bien las masas, últimamente me he lanzado a experimentar. A veces el resultado ha sido horrible, otras veces regular y otras veces, como ésta, es tan delicioso que una se siente orgullosa de lo que ha hecho. En este poco tiempo que llevo «con las manos en la masa», he descubierto que es todo un mundo, pero hay dos cosas esenciales: la paciencia y el mimo. Hay masas, como la de la focaccia, con un gran porcentaje de hidratación, es decir, con bastante agua, y eso significa que va a costar un poquito manipularlas. Para ello hay trucos que facilitan el amasado, pero necesitas ser paciente y darle su tiempo.

Hoy os traigo mi primera focaccia, no del blog, sino de mi vida, y no puedo estar más contenta. Es un pan con sabor a otoño, donde he arriesgado tanto que le he añadido hasta batata (o boniato), que es mi tubérculo favorito. El sabor es delicado, suave, con el contraste crujiente de los frutos secos. Simplemente delicioso.

Os animo a perder el miedo y lanzaros a experimentar. Estoy segura de que no os vais a arrepentir.

FOCACCIA DULCE DE BATATA, NUECES, PIÑONES Y PASAS

Dificultad: fácil

Tiempo de elaboración: 2h y 15 minutos

Ingredientes:

250 gr de harina de fuerza
140 gr de batata (cruda)
200 ml de agua
7 gr de azúcar
7 gr de sal
3 gr de levadura seca de panadero
15 ml de aceite de oliva
20 gr de nueces picadas
10 gr de piñones
15 gr de pasas
1 cucharadita de orégano

Para barnizar la masa:

1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de leche
1 cucharada de sirope de agave

Procedimiento:

Hidrata las pasas en un poco de agua caliente. Escurre, seca con papel absorbente y reserva. Pela la batata, corta en láminas finas y colócala en un recipiente con un poco de agua. cocina en microondas a máxima potencia durante 15-20 minutos o hasta que esté tierna. Escurre y deja templar un poco. Tritura con un tenedor y reserva.

Separa 100 ml de agua, templa y disuelve la levadura. Reposa 5 minutos y añade el azúcar. Tamiza la harina, añade la sal, el puré de batata, la levadura disuelta, el aceite y el resto del agua y mezcla con bien (yo he usado las manos). Cubre con una tapadera o un film y reposa 30 minutos.

Pasado este tiempo humedece tus manos con un poco de agua y pliega la masa, doblándola sobre sí misma como si fuera un sobre. Dale la vuelta y reposa otros 30 minutos. Repite el proceso de plegado y reposo dos veces más, notarás que la masa se manipula fácilmente.

Engrasa un recipiente con aceite de oliva y vuelca la masa. Estira con cuidado, hundiendo suavemente los dedos (si te cuesta, déjala reposar 10 minutos). Añade las nueces, los piñones y las pasas y presiona de nuevo. Espolvorea el orégano y añade un poco de sal.

Precalienta el horno a 230ºC durante 30 minutos. Mezcla la leche, el aceite de oliva y el sirope y barniza la masa (puedes hacerlo con una brocha o con un pulverizador). Hornea unos 20-30 minutos o hasta que la focaccia esté doradita.