En las últimas semanas me he acostumbrado a viajar a lo largo y ancho de este mundo (virtual y gastronómicamente, vaya. Qué más quisiera hacerlo de verdad). De ahí que comparta recetas de diferentes países. Hoy le toca el turno a Irlanda, un país precioso que tuve el placer de conocer y al que tengo muchísimas ganas de volver. Además, no necesito excusas porque una de mis amigas vive allí (es ya medio irlandesa).
Después de barajar varias recetas me decidí por un pan. Sí, un pan típico irlandés, que seguramente hayáis conocido durante la cuarentena. ¿El motivo? No necesita levadura y si algo recuerdo de la cuarentena, además del pijama, los aplausos de las 8 y el estado de pánico generalizado, fue la escasez de levadura en los supermercados.
Se trata del “Pan de soda”, un pan muy facilito y muy rápido de hacer, ya que no se amasa. Esto se debe a que el bicarbonato comienza a hacer reacción en el momento en el que el bicarbonato entra en contacto con un ácido.
Para elaborar este pan, se prepara un buttermilk o suero de mantequilla, mezclando la leche con zumo de limón. Se producirá una mezcla cortada (en las leches vegetales no pasa eso), que confiere una mayor esponjosidad a la masa.
No esperes un pan “pan”, no tiene nada que ver en la textura o el sabor. Pero te aseguro que merece la pena, te puede salvar de un apuro, es muy rápido y no necesita horas de fermentación y estoy casi segura de que vas a disponer de todos ingredientes con mayor facilidad.
Cuando le cojas el truqui podrás jugar con los ingredientes y añadir frutos secos, semillas o incluso frutas deshidratadas, pasas o chocolate. Dale rienda a tu imaginación.

PAN DE SODA IRLANDÉS CON NUECES
Para una hogaza mediana
Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: 50 minutos más enfriado
Ingredientes:
- 500 gr de harina de trigo (todo uso)
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 4 cucharadas de zumo de limón
- 340 ml de leche (yo he usado de avena)
- 1 puñado de nueces (al gusto)
Preparación:
Precalienta el horno a 200ºC.
Mezcla el zumo de limón y la leche y deja reposar 15 minutos. Tamiza la harina y agrega la sal, el bicarbonato y el azúcar. Mezcla todo bien con una cuchara de madera.




Añade las nueces picadas y la leche poco a poco. Mezcla con la mano como si fuera una batidora. Cuando notes que has integrado toda la harina, no sigas añadiendo leche. Espolvorea harina en la superficie de trabajo, vuelca la masa y no amases, sólo integra todos los ingredientes haciendo una bola. Coloca un poco de harina sobre la bandeja de horno o papel vegetal y encima la masa. Haz un par de cortes transversales en el centro, espolvorea un poco más de harina y hornea 30 minutos.
Si notas que se está tostando demasiado coloca encima un poco de papel albal. Estará listo cuando al golpearlo en la superficie suene hueco.
Saca el pan y deja enfriar por completo sobre una rejilla.




Puedes servir con mantequilla (es lo típico), mermelada o acompañar tus guisos.
Sugerencias:
Puedes utilizar harina de trigo común o mezclar con harina integral. Si utilizas harina de espelta es posible que necesites un poco más de agua.
Te recomiendo añadir el agua poco a poco y comprobar la textura para evitar que quede una masa demasiado pegajosa y difícil de manejar.

