La kale es de la familia de las crucíferas, de hecho es una especie de berza, con la hoja muy oscura, rugosa y con un sabor fuerte. La primera vez que la probé fue durante mi estancia en Glasgow y confieso que no fue amor a primera vista.

Recuerdo que la vi en el supermercado, troceada en una bolsa similar a la de las típicas ensaladas listas para consumir. No tenía ni idea de cómo se cocinaba, pero siendo de la familia de la berza pensé que quedaría bien cocida. La verdad es que no me gustó, pero cuando investigué sobre ella y descubrí la gran cantidad de propiedades que tenía, decidí incluirla en mi dieta. Aclaro que no sólo lo hice por sus propiedades, sino porque casi había eliminado el consumo de productos animales y necesitaba incrementar las opciones vegetales.

Así que decidí probar de nuevo. Esta vez la hice salteada, con un poquito de aceite, pimienta y sal. He de confesar que esta vez me encantó. No sé si fue si fue la textura o la forma de cocinarla, pero a partir de entonces no falta en mi cocina. Suelo comerla sola, con un poco de ajito o bien para acompañar unas hamburguesas vegetales, pasta o arroz. Mi madre, a la que también «he enganchado» suele hacerla salteada y la mezcla con patata cocida, dándole una textura más cremosa.

Había visto varias veces en la red la receta de kale al horno, en plan chips, pero nunca me había animado a probarla. Fue hace no mucho tiempo que una amiga de Instagram la publicó en su perfil y decidí que ya era el momento . La receta es sencillísima y admite muchas versiones, tantas como especias tengas en tu cocina 😉 . Yo te doy un par de ideas y tú decides. Además, te animo a probar esta receta si aún no has comido kale, estoy segura de que te va a sorprender.

CHIPS DE KALE

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Dificultad: muy fácil

Tiempo de elaboración: 40 minutos

Ingredientes:

• 200 gr de col kale
• Aceite de oliva
• Condimentos: ajo en polvo, pimienta negra, cúrcuma, curry, pimentón picante

Procedimiento:

Precalienta el horno a 180ºC.

Lava y escurre la col, retira el tallo duro y quédate únicamente con las hojas. Corta en trozos del tamaño que desees. En un recipiente amplio mezcla la col con un chorrito de aceite de oliva (yo suelo impregnar las manos y mezclar todo).

Añade el condimento deseado y mezcla todo bien. Cubre la bandeja de horno con papel vegetal y coloca las hojas de col, extendidas para que se hagan de forma homogénea. Hornea durante 8-9 minutos, con cuidado de que no se quemen.

Deja enfriar y disfruta.