Hoy viajamos a Dinamarca, un país que aún no conozco, pero no por falta de ganas. Una de las cosas que más me gustan de viajar a otros países, es meterme de lleno en su gastronomía. Me encanta comer y me encanta probar cosas nuevas. Y cuando no puedo hacerlo, experimento en mi cocina.
Hoy os traigo una receta muy fácil y muy típica: frikadeller o albóndigas danesas. Son muy similares a las que hacemos en España, aunque con algunos matices. Entre sus ingredientes encontramos carne picada (cerdo y ternera), cebolla, huevo, leche, harina, pimienta y sal. Tienen una forma característica: un poco aplastadas en lugar de redondas. Además, suelen servirse con una salsa parecida a una bechamel ligera con un colorcito marrón, debido al uso de caldo de carne y acompañarse de patatas (hervidas o en puré) y lombarda.
Mi receta es una versión vegana, elaborada con guisante texturizado (que me ha gustado aún más que la soja texturizada). Como no quería utilizar caldo de carne para la salsa, decidí hacerla con setas shiitake, que además del colorcito le da un sabor increíble. Espero que os guste el resultado (a la «mamma» le ha encantado y es la persona más crítica que me he echado a la cara). Yo os aseguro que no será la última vez que las haga 🙂

FRIKADELLER
Para 4 personas
Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: 1 hora
Ingredientes:
- 100 gr de proteína de guisante texturizado
- ½ cebolla grande (100 gr)
- 60 gr de maicena (unas 4 cucharadas)
- Pimienta negra y sal al gusto
- Aceite de oliva para freír
Para la salsa:
- 100 gramos de setas shiitake
- 25 gr de harina
- 200 ml de agua (o caldo de verduras)
- Pimienta negra y sal al gusto
- Aceite de oliva
Para acompañar:
- 6-8 patatas pequeñas
- Un poco de orégano
- Remolacha y pepinillos encurtidos
Procedimiento:
Lava bien las patatas y cuécelas con piel en abundante agua con sal (que sean de tamaño similar para que se cocinen por igual). Escurre y deja enfriar.
Hierve agua en una cazuela y añade el guisante texturizado. Hidrata durante 5 minutos y escurre sobre un colador (puedes escurrirlo un poco con las manos). Deja templar.
Pica finamente la cebolla. Añade la proteína de guisante y sazona.




Añade la maicena e integra todo bien con las manos. Cuando aprietes la masa y mantenga la forma sin deshacerse está lista. Con ayuda de una cuchara toma pequeñas porciones y dales forma con la mano, aplastándolas un poco. En una sartén con un poco de aceite fríe las albóndigas. Elimina el exceso de aceite sobre papel absorbente.




Corta las patatas en cuartos y saltea en un poco de aceite. Espolvorea un poco de orégano por encima.
Lava las setas y córtalas finamente. Sofríe en un poco de aceite y cuando estén blanditas añade la harina. Remueve hasta que se impregne de aceite y añade el agua (como si hicieras una bechamel). Tiene que quedar una consistencia ligera. Tritura con la batidora y añade un poco más de agua si es necesario.




Emplata las albóndigas y acompaña con las patatas, la salsa y la remolacha encurtida. Disfruta 😉

Sugerencias:
Si lo prefieres puedes pochar un poco la cebolla antes de echársela a las albóndigas.
Puedes servirlas con puré de patatas o con las patatas cocidas enteras.
