¿Alguna vez habéis probado a hacer el arroz inflado? Recuerdo que cuando era pequeña había unas bolsitas de esas de «guarrerías» de arroz inflado (los Monchitos). Jo! Cómo me gustaban… Pero hace muchos años que dejé de comerlos, más que nada porque hace muchos años empecé a cambiar mis hábitos alimenticios.
Hace no demasiado tiempo lo vi en un supermercado, no los Monchitos, sino el arroz inflado natural, en plan cereal para desayunar. En ese momento estaba rendida a los pies de la espelta hinchada, que también me recordaba a otro de mis cereales favoritos de la infancia, pero sin azúcares y todas esas cosas que suelen llevar. Pensé que podía intentar hacer el arroz en casa, ya que había visto vídeos en Internet y no parecía demasiado difícil. Y he aquí el resultado:

ARROZ INFLADO
Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: 2 horas
Ingredientes:
- 200 gr de arroz (1 vaso)
- Aceite de girasol
Procedimiento:
Llena un cazo con agua y lleva a ebullición. Cuando empiece a hervir añade el arroz y deja cocer durante unos 20 minutos, que quede bien cocido, pero no pasado. Escurrimos y aclaramos para que quede suelto.



En la bandeja de horno extendemos el arroz (puedes utilizar papel sulfurizado o colocarlo sobre la bandeja directamente). Mete al horno a 130ºC durante una hora, hasta que esté seco. Revisa los granos y retira los que puedan estar húmedos.
En un cazo pequeño, pon a calentar abundante aceite. Ve añadiendo el arroz en tandas, poca cantidad. Deja que se hinchen, saca del aceite y escurre en papel absorbente. Te aconsejo que no dejes el arroz más de un minuto o se tostará (me ha pasado).



Una vez seco, puedes comerlo a puñados o hacer otras recetas 😉
Sugerencias:
Si quieres hacerlo por probar o porque no puedes comprarlo cuando lo necesitas, te animo a hacerlo. En caso contrario, te recomiendo que lo compres al por mayor, ya que es bastante laborioso y no merece mucho la pena.