Uno de mis postres favoritos es la panna cotta, con esa textura tan cremosa y suave que se deshace en la boca… Hace ya algún tiempo compartí la receta de panna cotta básica, la que está hecha únicamente con nata. Hoy os traigo una versión, que incluye además el yogur griego. Es un postre delicioso, con una textura muy suave y con un toque exquisito gracias a la miel y las nueces. Tenéis que probarla 🙂

PANNA COTTA DE YOGUR CON MIEL Y NUECES

Para 3 personas

Dificultad: muy fácil

Tiempo de elaboración: 30 minutos (+ tiempo de enfriado)

Ingredientes:

• 200 ml de nata líquida
• 2 yogures griegos (220 gr)
• 1 ½ láminas de gelatina (3 gr)
• 10 gr de azúcar (1 cucharada) (opcional)
• Esencia de vainilla (opcional)

Para la presentación:

• Miel o sirope de agave
• Nueces

Procedimiento:

En un recipiente con agua fría pon a hidratar la gelatina durante unos 10-15 minutos.

Mientras tanto, calienta la nata sin que llegue a hervir. Añade el azúcar y disuelve. Escurre la gelatina y agrega a la nata, removiendo bien hasta que se disuelva. Deja templar la nata y, antes de que se enfríe el todo, añade los yogures y vuelve a mezclar todo muy bien (es importante que la nata no esté caliente, para evitar que el yogur se corte).

Sirve en moldes individuales y deja enfriar durante al menos 6 horas. Te recomiendo dejarlas toda la noche.

Para desmoldar, calienta un poco de agua en un recipiente e introduce dentro los moldes durante un minuto. Podrás desmoldar perfectamente. Sirve con miel y unas nueces picadas.

Sugerencias:

En esta receta he añadido un poco de azúcar porque, aunque el yogur era azucarado, tenía demasiado sabor a nata.

Puedes añadir unas gotas de esencia de vainilla si lo deseas. Yo prefiero no enmascarar el sabor del yogur, ya que no es un sabor muy potente.