Hace poco he descubierto el trigo sarraceno. Bueno, más bien me he decidido a experimentar y a hacer recetas diferentes de crepes (jajaja). Y la verdad es que me encanta. Si no lo has probado aún, creo que estás tardando.

El trigo sarraceno, también conocido como alforfón, no es “trigo”, sino un pseudocereal que da mucho juego en la cocina, tanto para recetas saladas como dulces. Además, no tiene gluten, por lo que es una alternativa ideal para personas con intolerancia o celiaquía. Tiene un sabor muy suave y una textura muy cremosa, ya que contiene mucílago (como la chía).

El trigo sarraceno se cocina como el arroz, siguiendo una proporción 2:1. Es decir, dos tazas de agua por una de trigo. Siguiendo las instrucciones de cocción quedaría perfecto en 15-20 minutos. En esta receta he añadido un poco más de agua porque quiero que quede una textura más cremosa, como si fuera un risotto. Por tanto, si quieres que quede más seco o más caldoso, ajusta la cantidad.

A partir de este momento, voy a compartir contigo diferentes recetas para que puedas incluirlo en tu dieta de manera habitual. Estoy segura de que te va a encantar y que tu cuerpo lo va a agradecer (cuantas menos harinas refinadas tengamos en nuestra dieta, mejor para nuestra salud).

¿Te animas a probarlo?

TRIGO SARRACENO CON ALCACHOFAS

Para 4 personas

Dificultad: muy fácil

Tiempo de elaboración: 40 minutos

Ingredientes:

• 200 gr de trigo sarraceno
• 5-6 alcachofas
• 150 gr de cebolla
• 1 ajo
• 600 ml de agua
• Aceite de oliva
• Sal y pimienta negra al gusto

Procedimiento:

Lava el trigo, escurre y reserva.

Prepara las verduras. Corta la cebolla en brunoise y el ajo finamente. Retira el tallo de las alcachofas y las hojas externas hasta llegar a la parte tierna (cuando las hojas se desprendan solas). Corta las puntas y cada alcachofa en 6-8 trozos.

Vierte un poco de aceite en una sartén honda o una cazuela y pocha la cebolla. Cuando empiece a transparentar, agrega las alcachofas y rehoga unos minutos. Después añade al ajo y el trigo y sazona. Mezcla todo bien.

Agrega el agua y, cuando empiece a hervir, cubre con una tapadera y reduce el fuego al mínimo. Cuece por 20 minutos.

Comprueba si está bien cocido, rectifica de sal y agua en función de tu gusto. Si es necesario, añade un poco de agua y cocina unos minutos más. Sirve calentito y disfruta.