Me encantan las alcachofas. Debe venir de serie, porque le ocurre a toda mi familia. Da igual la forma de cocinarlas: asadas, cocidas, a la marinera, con jamón,… Me encantan. Lo que más me fastidia es que es “todo apariencia”: muy grandes, muy grandes, pero al final lo único que puedes aprovechar es el corazón. Igual que los champiñones: los metes en la sartén y desaparecen.
Hoy os traigo una receta para que podáis aprovecharlas al máximo. Ahora bien, ni se os ocurra ponerla en un evento social o de celebración, porque es una receta para comer con los dedos, “rechupetear” las hojitas y sacarles el máximo partido. Están buenísimas y, al final, acabas saciada con 2 o 3. Ya descubrirás la razón jejeje.
No te lío más y te cuento cómo se hace.

ALCACHOFAS CON AJO Y PEREJIL
Para 4 personas
Dificultad: muy fácil
Tiempo de elaboración: 1 hora
Ingredientes:
- 8 alcachofas
- 3 dientes de ajo grandes
- 1 cucharada de perejil (mejor si es fresco)
- Pimienta negra y sal
- 4 cucharadas de aceite de oliva
Procedimiento:
Lava las alcachofas y retira algunas hojas externas. Corta las puntas y también la base. Aplasta sobre sí misma para que se abra.



Pica los ajos finamente y reserva en un vaso. Añade el perejil y el aceite y mezcla bien. Coloca las alcachofas en una olla grande y salpimenta por dentro. Con ayuda de una cucharita reparte la mezcla de ajo y perejil e intenta que quede en el interior.




Añade agua hasta un poco más arriba de la mitad y cuece durante unos 40 minutos a fuego lento, cubierto con una tapadera.
¡Sirve bien caliente y disfruta!