Risotto de avena, trigueros y alcachofas.

La avena, un alimento con muchísimas propiedades y que cada vez se incluye más en la dieta. Hasta ahora pensaba que era apta para celíacos, pero no es del todo así. Por lo que he leído, la avena no contiene gluten, pero puede sufrir contaminación cruzada al ser manipulada. Por eso, para estar seguras, tenemos que utilizar avena etiquetada como «sin gluten».

La mayoría de la gente la consume en hojuelas, para hacer el típico porridge para el desayuno. Yo la prefiero en grano, cocinada como sopa o arroz. Reconozco que no a todo el mundo puede gustarle su textura, ya que parece “acorchada”. Al menos a mí siempre me ha quedado así, da igual el tiempo que la tuviera cociendo.

Ya he compartido con vosotr@s algunas recetas y hoy quiero sorprenderos con otra alternativa de risotto, esta vez con trigueros y alcachofas. Es increíble la cremosidad que le da la alcachofa cuando se deshace. Solo de pensarlo se me hace la boca agua. ¿Te cuento cómo se hace?

RISOTTO DE AVENA, TRIGUEROS Y ALCACHOFAS

Ingredientes:

  • 200 gr de avena en grano
  • 200 gr de espárragos trigueros
  • 4 alcachofas
  • 100 gr de cebolla
  • 1 poco de colorante alimentario (opcional)
  • 1 litro de agua o caldo de verduras
  • Aceite de oliva
  • Pimienta negra y sal al gusto

Procedimiento:

Previamente debemos poner la avena en remojo. Para ello, la noche anterior, la lavamos muy bien y la dejamos en un recipiente con abundante agua. Al día siguiente, retiramos el agua y aclaramos bien.

Para cocerla, vamos a ponerla en una cazuela o en la olla rápida: una parte de avena con cuatro partes de agua, es decir, una proporción 1:4. Añadimos sal y cocemos por unos 50 minutos (unos 30 en olla rápida). Cuando esté lista, escurrimos el agua y reservamos.

Mientras se cuece la avena preparamos el sofrito. Pica la cebolla en brunoise. Retira las hojas externas de las alcachofas, hasta que se desprendan sin hacer fuerza. Corta la base y las puntas. Haz un corte a la mitad y pícalas en cubos de tamaño pequeño. Lava los espárragos, retira la parte dura y pícalos en rodajas pequeñas.

Pon un poco de aceite en una sartén honda y pocha la cebolla. Cuando empiece a estar transparente, agrega las alcachofas y, por último, los espárragos. Salpimenta al gusto y mezcla un par de minutos.

Añade la avena y el agua (o caldo) poco a poco, dejando que casi se consuma antes de echar más. Remueve de vez en cuando y añade más caldo si lo necesitas. La alcachofa se irá deshaciendo y espesando el caldo, haciéndolo super cremoso.

Sirve bien calentito y disfruta del momento 😉

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