Piruletas de cebolla caramelizada, jamón y queso de cabra.

Soy una fanática del hojaldre, lo confieso. Intento reducir al máximo su consumo porque contiene aceite de palma, pero de vez en cuando me doy un capricho. Tendré que ponerme un día manos a la obra y hacerlo yo misma.

El hojaldre es tan versátil que es ideal para recetas dulces y saladas. Y variando un poquito la forma de cortarlo podéis hacer cosas muy chulas para cualquier ocasión especial, como ésta. Se necesita un poco de tiempo, ya que hacer una cebolla caramelizada en condiciones está reñido con las prisas, pero os aseguro que el resultado merece la pena.

Sin más preámbulo, !vamos al lío!

PIRULETAS DE CEBOLLA CARAMELIZADA, JAMÓN Y QUESO DE CABRA

Para 14-16 piruletas (sin estirar el hojaldre)

Tiempo de elaboración: 1 hora y 15 minutos

Dificultad: fácil

Ingredientes:

1 placa de hojaldre
½ cebolla (usa una cebolla grande)
1 caja de jamón serrano en tacos (75gr)
½ rulo de queso de cabra
Palitos de brocheta o de pincho moruno

Procedimiento:

Saca la placa de hojaldre de la nevera y deja que se atempere. Corta los palitos de pincho a la mitad e introduce en un vaso con agua (para que después no se tuesten en el horno).

Corta la cebolla en juliana y sofríe a fuego lento para caramelizarla. Coloca en un plato sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. En un recipiente mezcla la cebolla con el jamón y el queso cortado en cubos pequeños.

Precaliente el horno a 180ºC. Coloca un papel sulfurizado sobre la placa de horno.

Desenrolla la masa de hojaldre y ve cortando círculos con un cortapastas, un molde de galletas o un vaso. No estires el hojaldre, para que tenga cierta consistencia. Coloca uno de los círculos en el mármol y sobre él un palo de pincho. Presiona con cuidado, pero que quede insertado en la masa. Encima, coloca una pequeña tira de hojaldre para una mayor sujeción (puedes ponerla a lo largo de todo el palo). De lo contrario es posible que se escape el palito.

Con una cucharilla, coloca un poco de relleno en el centro. Toma otra de las tapas de hojaldre y estira un poco con el rodillo o los dedos (así evitas que al colocarla sobre el relleno quede más corta). Une bien los bordes, presionando con los dedos y sella los bordes con un tenedor.