Desde que era pequeña, recuerdo los sábados de invierno como días de coliflor o de repollo con pipos (alubias rojas). ¡Cómo los odiaba!
Hace ya muchos años, mi madre (que es mi cocinera de referencia), vio en un programa de la tele una receta de repollo con piña, naranja y queso. Sí, ya sé que es una mezcla extrañísima, casi tanto como la ensalada hurdana (y bien rica que está). El caso es que desde que la probé se convirtió en mi receta de repollo por antonomasia (hasta que aprendí a hacer dumplings y rollitos de primavera).
Se trata de una “ensalada templada” de repollo, picado finamente y cocinado en su propio jugo. Se añaden los cítricos y, por último, unos taquitos de queso y se deja fundir un poco. De verdad, está riquísimo, aunque ya hace mucho tiempo que lo hago sin queso. Os animo a probarla y que me contéis vuestras impresiones.

REPOLLO CON PIÑA Y NARANJA
Para 4 personas
Dificultad: muy fácil
Tiempo de elaboración: 45 minutos
Ingredientes:
- 800 gr de repollo
- 2 naranjas
- 3 rodajas de piña (un dedo de grosor)
- Pimienta negra y sal al gusto
- Aceite de oliva
- Queso (opcional: tipo Cigarral, García Vaquero)
Procedimiento:
Lava y corta el repollo en tiras finas. Pela las naranjas, retira la parte blanca y corta en cubos. Pela y corta la piña en cubos. Reserva.




En una sartén un poco honda, cubre el fondo con aceite y rehoga el repollo a fuego lento, dejando que se cocine en su propio jugo. Cuando el repollo esté tierno, salpimenta, añade la naranja y cocina durante unos 4-5 minutos. Añade la piña y cocina otros 5 minutos, dejando que se mezclen todos los sabores.




Y ya está. ¡Listo para comer!

Sugerencias:
Si te gusta el queso, añade en el último momento unos taquitos y deja que se funda con el resto de ingredientes.
