Sólo de escribirlo se me hace la boca agua…

El mes pasado os dije que había empezado a experimentar con las galletas. Pues bien, he seguido investigando y probando recetas nuevas, más sanas, intentando reducir el consumo de harina y de azúcar. Y entre receta y receta he descubierto las galletas de avena. Es cierto que la textura es diferente al del resto de galletas, pero es una opción saludable y que, combinada con plátano, exime el uso de azúcar. Así que un pecado menos 🙂 .

La receta que os traigo hoy es una adaptación vegana de las galletas de avena y crema de cacahuete de Camu Cocina. La verdad es que sólo por el olorcito que se queda en toda la casa merece la pena probarlas. Os aviso, como probéis una, no podréis dejar de comerlas.

Por cierto, para aquellas personas que no lo sepan, la levadura Royal contiene gluten. Ha sido una decepción para mí, ya que pensaba que estas galletas eran aptas para todo el mundo, pero no… Intentaré probar sin polvos de hornear y ya os contaré.

Vamos a por la receta.

GALLETAS DE AVENA, PLÁTANO Y CREMA DE CACAHUETES

Para 28 galletas (dependerá del tamaño y el grosor)

Dificultad: muy fácil

Tiempo de elaboración: 1 hora

Ingredientes:

• 100 gr de copos de avena
• 40 gr de harina de avena (copos molidos)
• 40 ml de aceite de coco
• 30 gr de crema de cacahuete (1 cucharada grande)
• 1 plátano pequeño (75 gr)
• 10 gr de azúcar (opcional)
• 1 pizca de sal
• 5 gr de polvos de hornear (levadura química o levadura Royal)

Procedimiento:

Precalienta el horno a 150º.

Echa los copos de avena en un recipiente grande. Con una batidora o molinillo, muele los copos para hacer la harina y añade a lo anterior. Agrega el polvo de hornear y la sal y mezcla bien.

Tritura el plátano con un tenedor. Añade la crema de cacahuete y el aceite de coco. Mezcla y agrega al resto de ingredientes.

Con las manos, mezcla todos los ingredientes. Deja reposar la masa en la nevera por unos 10 minutos, para que la avena se hidrate y sea más fácil manipularla.

Coloca la masa entre dos papeles de horno y estira con un rodillo (o una botella, si no tienes), dándole el grosor que prefieras. Cuanto más fina sea la masa, más crujiente será la galleta. A mí me gusta hacerlas de medio centímetro.

Con un molde, corta la masa y coloca en la bandeja de horno (no hace falta pincelar con aceite). Hornea con calor arriba y abajo durante 15-20 minutos, o hasta que las galletas estén doradas por abajo. Deja enfriar sobre una rejilla (yo utilizo un tostador horizontal).

Listas para un café!!