Risotto de avena con champiñones y setas.

Sé que vais a pensar que estoy exagerando, pero según he escrito el título de esta entrada he empezado a salivar cual perro de Paulov. Y es que esta ha sido mi comida de hoy y no puedo dejar de pensar en lo buenísima que estaba.

Antes de nada, esta receta no debería llamarse «risotto», ya que no está elaborada con arroz, sino con avena. Avena en grano, para ser exacta. Pero es que es tan cremosa y tiene un sabor tan intenso, que podría perfectamente ser un risotto.

Para much@s de vosotr@s puede resultar extraño, porque seguramente la habéis visto más en hojuelas. Mi tía, directamente, dice que es comida de animales… Yo la descubrí en Escocia, como tantas otras cosas (me vais a llamar pesada, pero Escocia ha sido la experiencia de mi vida). Recuerdo que una vez compré una bolsa de legumbres y granos variados, un mix de esos y allí estaba ella. ¿Os acordáis del arroz inflado de cuando éramos pequeñ@s? Pues es algo así, con una textura como de goma. Bueno, no sé si esto os va a convencer mucho para consumirla jajaja. No, en serio. Tiene una textura rara, pero está muy buena. Yo la suelo cocinar en sopa.

En la receta de hoy os la presento como si fuera un arroz, con champiñones y setas de chopo, aunque podéis utilizar otro tipo si así lo preferís. Estoy segura de que tiene que estar de muerte con níscalos (pero aún no los hay…). De boletus ya ni hablamos (vuelvo a salivar).

Voy a intentar solventar el comentario anterior y pasamos a la receta 🙂

RISOTTO DE AVENA CON CHAMPIÑONES Y SETAS.

Para 4 personas

Dificultad: fácil.

Tiempo de elaboración: 1 hora

Ingredientes:

400 gr de avena integral en grano
1 cebolla mediana (unos 200 gr)
1/2 puerro (unos 50 gr)
200 gr de champiñones
150 gr de setas de cardo
2 dientes de ajo
1 vaso de leche de avena
Sal y pimienta al gusto
Aceite de oliva

Procedimiento:

Previamente debemos poner la avena en remojo. Para ello, la noche anterior, la lavamos muy bien y la dejamos en un recipiente con abundante agua. Al día siguiente, retiramos el agua y aclaramos bien.

Para cocerla, vamos a ponerla en una cazuela o en la olla rápida: una parte de avena con cuatro partes de agua, es decir, una proporción 1:4. Añadimos sal y cocemos por unos 50 minutos (unos 30 en olla rápida). Cuando esté lista, escurrimos el agua y reservamos.

Mientras se cuece la avena preparamos el sofrito. Pica todas las verduras en brunoise: cebolla, puerro, champiñones y setas.

Pon un poco de aceite en una sartén honda y pocha la cebolla. Cuando empiece a estar transparente, agrega el puerro. Haz lo mismo con los champiñones y las setas. Salpimenta al gusto. Una vez listo el sofrito, retira del fuego y deja enfriar un poco.

Divide el sofrito en dos partes. Pon una de ellas en el vaso de la batidora junto con la leche y tritura bien. La otra mitad la vamos a mezclar con la avena, a fuego medio, durante un par de minutos. Agrega la crema de champiñones y cocina durante 5 minutos más. A mí me gusta reducir la salsa hasta que quede una textura cremosa. Si te gusta más líquida, añade más leche.