Últimamente me ha dado por investigar sobre el mundo de las galletas. No es que me apasionen demasiado, de hecho, desde pequeña he preferido los donuts y la bollería industrial (esa tan sana que todo el mundo conoce 😦 … ).

Desde mi estancia en Escocia tuve que replantearme reducir mi consumo de azúcar, ya que se estaba convirtiendo en un verdadero problema. Y señor@s, los dulces de Escocia no tienen nada que ver con los de España. Tienen el doble de azúcar… pero están tan buenos y son tan económicos… que no podía resistirme…

Volviendo a las galletas, siempre tuve algunas preferencias, que no voy a nombrar aquí para no hacer publicidad nociva. Sin embargo, desde que empecé a leer las etiquetas y me di cuenta de la cantidad de azúcar y aceite de palma que contienen, decidí cortar de raíz. Y ahora sólo las compro cuando me entra el ataque de ansiedad de azúcar irrefrenable (vamos, cuando estoy que me subo por las paredes).

Así que, dado estos antecedentes, he decidido ponerme a experimentar y llevo todo el fin de semana probando recetas de galletas. Al menos así sé lo que como.

Hoy os traigo mi último descubrimiento y os aseguro que os va a encantar. Son unas galletas de coco y naranja, inspiradas en una receta de Ecoblognonoa.com. He hecho tres intentos hasta que he conseguido el resultado que esperaba y os puedo decir que esta receta se ha convertido en una de mis básicas.

Espero que os guste y que la disfrutéis tanto como yo.

GALLETAS DE COCO Y NARANJA

Para unas 40 galletas (tipo oreo)

Tiempo de elaboración: 30-40 minutos

Ingredientes:

• 30 ml de zumo de naranja
• 30 ml de aceite de coco
• 150 gr de harina de trigo
• 50 gr de azúcar moreno
• 40 gr de coco rallado
• 1 cucharadita rasa de ralladura de naranja
• 1/2 cucharadita de bicarbonato

Procedimiento:

Precalienta el horno a 170ºC.

En un recipiente grande mezcla los ingredientes secos: la harina, el coco, la ralladura de naranja y el bicarbonato.

Luego mezcla los ingredientes húmedos (zumo de naranja y aceite de coco), junto con el azúcar. Puedes utilizar una batidora.

Añade los ingredientes húmedos a los secos y mezcla todo bien, primero con una cuchara y después con las manos. Es posible que la masa esté un poco húmeda y se pegue a las manos. Si es así, añade un poco más de harina y sigue integrando los ingredientes hasta obtener una masa maleable y que no se pegue.

Espolvorea una superficie con harina y, con ayuda de un rodillo o de una botella, estira la masa hasta conseguir un grosor de unos 5mm. Haz las galletitas con ayuda de un cortapastas (o un vaso en su defecto), y colócalas en la bandeja de horno sobre un papel sulfurizado (puedes ponerlas directamente sobre la bandeja, no se van a pegar).

Hornea durante unos 10 minutos o hasta que empiecen a verse doradas. Si las quieres más blanditas, con textura abizcochada déjalas menos tiempo. Si las prefieres crujientes (y romperte un diente) déjalas más tiempo. 10 minutos es suficiente, créeme. ¡Cuidado que no se quemen!

Déjalas enfriar por completo sobre una rejilla (yo utilizo un tostador horizontal y va perfecto). !Listas para merendar!