Me encanta el pan, aunque últimamente estoy intentando reducir al máximo su consumo. Si tengo un buen cocido para comer o un guiso y el pan está del día, puedo comerme una barra entera sin pestañear. Así que ahora lo hago yo misma, pequeños bollitos que suelo congelar y así tengo mi ración diaria y no me sobrepaso.
Cuando estaba en 4º de EGB nos organizaron una actividad en la que nos llevaron a la panadería y cada un@ hicimos nuestro bollo (claro, con la masa ya preparada por Jesús el panadero). Pero mi primera experiencia, by myself, (como la mayoría de l@s que me estáis leyendo), fue durante el confinamiento. La verdad es que sólo probé una receta, pero me gustó tanto que al final es la que hago siempre.
Esta receta es de Anna Recetas Fáciles, que seguro que la conocéis y si no, os la recomiendo encarecidamente. La versión que ella propone es un pan a la sartén, pero yo siempre la he hecho al horno. Esta última vez con un toque de diferentes semillas, como los panes que encuentras en Alemania o Escocia. Os dejo la receta.

PANECILLOS CON SEMILLAS
Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: unas 3 horas
Ingredientes:
- 500 gr de harina de trigo todo uso
- 300 ml de agua
- 10 gr de levadura seca
- 4 cucharadas de aceite
- 1 pizca de sal
- Semillas de sésamo
- Semillas de chía
- Pipas de girasol
Procedimiento:
En un recipiente amplio, pon el agua a temperatura ambiente junto con el aceite y la levadura y mezcla bien hasta que se disuelva. Añade la harina y la sal y sigue mezclando todo.



Cuando no puedas continuar trabajando la masa, pasa al mármol previamente espolvoreado con un poco de harina y amasa hasta conseguir una textura elástica. Si se pega a las manos, utiliza un poco de aceite. Unta un bol con un poco de aceite y deja reposar la masa, cubierta con papel film, durante 2 horas o hasta que doble el volumen (en verano, en la Extremadura donde vivo, puede llegar a desbordarse… basada en hechos reales…) 🙂



(En la tercera fotografía podéis ver la huella del crimen…).
Corta la masa en porciones iguales. Espolvorea la mesa con harina y haz pequeñas bolitas. Pinta la superficie con un poco de aceite, con ayuda de un pincel de cocina, y espolvorea las semillas. Coloca sobre una bandeja y deja reposar otra media hora, cubiertas con un paño limpio.



Precalienta el horno a 200º arriba y abajo. Hornea los panes durante unos 15-20 minutos o hasta que estén un poco dorados en la superficie. Deja enfriar sobre una rejilla (yo, como no tengo, utilizo una tostadora de esas planas).
Estos panecillos se pueden congelar. Para su consumo, sólo tienes que sacarlos previamente para que se pongan a temperatura ambiente. !A zampar!
