Me gusta probar cosas nuevas. Reconozco que soy curiosa por naturaleza y esto se extiende a todas las áreas de mi vida. Pero en el plano gastronómico esta necesidad de descubrir es mucho más marcada.

Aunque no tengo intolerancia al gluten, estoy intentando eliminar de mi dieta las harinas todo lo posible, aunque a veces complicado. Este año, decidí probar el mijo y el amaranto. Hasta ahora sólo los había utilizado para hacer hamburguesas vegetales, ya que el toque crujiente que les aporta me gusta mucho. Pero después de indagar por la red y descubrir que también se pueden tomar en versión dulce, me lancé a la aventura.

Esta receta que os traigo es el resultado de un par de intentos. Es muy similar al arroz con leche, pero la textura es mucho más cremosa (claro, una crema) y más ligera. Fácil, rica, rápida y muy sana. Como a mí me gusta. Y espero que a vosotros también.

CREMA DE MIJO DULCE

Para 4 personas

Dificultad: muy fácil

Tiempo de elaboración: 40 minutos (más 8 horas de remojo)

Ingredientes:

• 1/2 vaso de mijo (100 gr)
• 2 vasos de agua (400 ml)
• 2 vasos y medio de leche de almendras (500 ml) o la que más te guste
• 1 trozo pequeño de cáscara de limón
• 1 estrella de anís
• 1 semilla de cardamomo
• 1 clavo de olor
• 2 cucharadas de azúcar (o más si lo prefieres más dulce)
• 1 trozo de canela en rama
• Canela en polvo al gusto

Procedimiento:

La noche antes, lava el mijo con ayuda de un colador de malla fina hasta que el agua salga clara. Déjalo en remojo durante al menos 8 horas.

Al día siguiente, cuela, aclara y pon en un cazo con los dos vasos de agua. Cuece a fuego fuerte hasta que empiece a hervir. Baja el fuego al mínimo, cubre con una tapadera y deja que absorba todo el agua (unos 20 minutos). Verás que te quedará una masa un poco pastosa, non ti preoccupare.

Mientras se cuece el mijo, vamos a infusionar la leche con la cáscara de limón, las especias (canela, clavo, cardamomo y anís) y el azúcar. Cocemos a fuego bajo hasta que empiece a hervir. Retiramos del fuego y dejarmos templar un poco.

Por último, vamos a añadir la leche templada al mijo (también templado) y batimos con una batidora hasta obtener una crema suave. Si la prefieres más espesa, utiliza 2 vasos de leche; si la prefieres más líquida, añade un poco más de leche. Rectifica el punto de azúcar y reparte en recipientes individuales pequeños (el mijo llena bastante).

Conserva en la nevera y sácalo unos minutos antes de comerlo para que se ponga a temperatura ambiente.

Espolvorea con canela y decora si lo prefieres con anís estrellado. 😉